CHIHUAHUENSES ENFRENTAN DISCAPACIDAD Y POBREZA

El informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social “Situación de pobreza en Chihuahua 2020-2021”, refiere que hay 319 mil 614 personas en la entidad con algún tipo de discapacidad, y de esta cifra, el 30 por ciento se clasifica en doble vulnerabilidad, pues además viven en condición de pobreza.

Lo anterior muestra que son 99,400 habitantes quienes enfrentan problemas físicos discapacitantes aunado a un nivel social bajo, que no les permite tener una calidad de vida.

Del total de personas con discapacidad, un 24 por ciento no tiene instrucción básica, y su promedio de escolaridad es de cuatro años; además, el 76 por ciento no tiene ingresos ni participación económica.

Las estimaciones, de acuerdo al tipo de discapacidad se dividen en neuromotora, que es la más común, y representa un 48 por ciento del total; en segundo lugar la visual, con 19.1 por ciento; la auditiva, abarca 14.1 por ciento; la intelectual con 14.5 y un 1 por ciento pertenece a otras no especificadas.

El Coneval cita que desde el año 2016 el 49 por ciento de las personas con discapacidad estaba en situación de pobreza a nivel nacional.

De igual manera, para ese mismo año Chihuahua se colocó en el lugar 17 respecto a las demás entidades federativas por su porcentaje de población con discapacidad en pobreza, con un 43.6 por ciento.

En Chihuahua, el porcentaje de personas con discapacidad en pobreza para 2010 fue de más de la mitad de esta población (discapacitada), con un 51 por ciento; en 2014, en fue de 48.5 por ciento y para 2016 disminuyó a 43.6 por ciento.

*Don Prisciliano recorre calles trabajando pese a dificultad para caminar

A sus 80 años y con dificultad para caminar, don Prisciliano recorre las calles de la ciudad en busca de sustento diario, para lo cual vende flores.

En macetas de plástico, don Prisci carga bugambilias, rosales de varios colores y otras coloridas flores que vende durante todo el año.

Sus rodillas no responden y eso provoca que en días su trabajo sea más difícil, sin embargo sus ganas de salir adelante lo superan, a lo que también se suma la necesidad de ganar dinero para subsistir.

«Tengo a mi esposa y hay que salir adelante», compartió el hombre de 80 años, quien para lograr empujar el carrito en el que carga su vistosa mercancía se apoya de un andador.

Compartió que las ganancias que obtiene de sus ventas las distribuye en pagar recibos de agua y luz, así como algo de comida, pero los altos precios de hoy en día apenas le permiten comprar lo básico, y aunque en ocasiones su condición física le impide recorrer grandes distancias, asegura estar agradecido con la vida porque pese a su condición puede salir adelante por propio mérito.

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