‘ESCUCHAMOS MAS DE 30 BALAZOS,,YA NO PUDIMOS DORMIR’…

El agua de lluvia no pudo desaparecer los chorros de sangre que se quedaron como huellas de la ejecución ocurrida anoche en una casa del fraccionamiento Fovissste Chamizal, donde fueron acribillados tres personas.

Esta mañana, la casa de la calle Río Pecos, a pocos metros de la Profesor Abraham Salazar Vázquez, se mantiene con los cordones de plástico de colores amarillo y rojo, como fieles testigos de que ahí sucedió una tragedia.

Tres lugares sobre el pavimento estaban manchados con la sangre de las víctimas, que se mezclaban con el agua que se juntó en la acera.

Afuera de la vivienda, pegada a la banqueta, quedó estacionada una camioneta Jeep Grand Cherokee de modelo reciente, justo donde peritos de la Fiscalía del Estado dejaron olvidada evidencia del triple crimen, como es un casquillo de calibre 9 milímetros, el control de una camioneta y un marcador tipo regla escuadra que utilizan para la fijación de casquillos.

El inmueble tiene un patio frontal amplio donde quedaron regados juguetes que usaba un niño, una motocicleta y un asador donde quedó carbón todavía humeante.

Una residente del lugar que revisaba su auto para ver si había sido dañado por las balas, solo comentó que se escucharon más de 30 balazos, despertaron al oír las detonaciones y que no pudieron dormir por el miedo y el ruido que hicieron los policías y peritos al trabajar en la escena.

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