El aumento en el consumo de fentanilo en Sinaloa ha puesto a las autoridades en alerta. Con advertencias claras de que este narcótico es 50 veces más adictivo que la heroína y sus efectos son devastadores, la situación es alarmante, según lo expresan las instituciones de salud.
A pesar de que la sustancia activa no se produce localmente, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Sinaloa se encuentra entre los estados con mayor consumo de fentanilo.
El pasado fin de semana, en Culiacán, se vivió una tragedia con la muerte de un bebé de un año por intoxicación por fentanilo. Al día siguiente, otro niño de cuatro años fue hospitalizado por la misma razón. Ambos casos están bajo investigación de la Fiscalía General del Estado, según la fiscal general, Sara Bruna Quiñonez Estrada.
En lo que va del año, la Secretaría de Salud informa que cuatro personas han perdido la vida en Sinaloa debido a la intoxicación por fentanilo, y 98 individuos han llegado a los servicios de emergencia en estado crítico debido a esta droga sintética.
El Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones confirma el aumento, ya que, en 2022, 15 personas fueron ingresadas en centros de rehabilitación por consumo de fentanilo.
Sin embargo, en lo que va de 2023, esta cifra se ha duplicado, alcanzando un total de 31 casos registrados, incluyendo el de un menor.
Luis Ramos, director de Centros de Rehabilitación en Sinaloa, pinta un sombrío panorama al describir el consumo de fentanilo como un oscuro viaje que distorsiona la percepción de la vida y plantea una amenaza seria de muerte.
“Un adicto con tal de consumir no sabe lo que se está metiendo en el cuerpo. Se consume en pipas, en foco, en gotero. Hay personas que han llegado temblando, hablando solos.
“Queriendo arrancarse la piel al sentir que algo se les mueve debajo de esta. Han llegado a tal grado que no hay control. Se está mezclando fentanilo y cristal al mismo tiempo. Vulgarmente, la gente no sabe lo que se está introduciendo en este momento”, comentó.
Y eso lo confirma Martha Alicia Torres, presidenta de la Comisión Estatal de Adicciones Sinaloa (CEPTCA), advierte que, aunque algunos jóvenes aseguran no haber consumido fentanilo, dan positivo en las pruebas de detección de esta droga, lo cual podría deberse al fenómeno conocido como “drogas contaminadas”, donde los grupos delictivos mezclan fentanilo con otras sustancias para hacerlas más adictivas.
“Lo que estamos detectando es que, aunque algunos jóvenes aseguran consumir sólo mariguana, el antidoping está saliendo positivo a fentanilo.
“Esto es una situación de alto riesgo que nos debe preocupar, que nos debe alertar a todas las intuiciones porque finalmente están siendo involucrados lo que nosotros decimos, es la generación que va a sembrar nuestro futuro. Si ahorita esos niños y adolescentes de 8, 9 y 10 años están siendo afectados por las drogas nos debemos preocupar por el futuro de nuestra sociedad”.
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Sinaloa admite una realidad inquietante: en lo que va del 2023, han logrado asegurar más de 4 millones 100 mil pastillas de fentanilo en la región. Paralelamente, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) revela cifras sus propias cifras.
Desde el 1 de enero de 2020 hasta el 15 de junio de 2023, han incautado cerca de 7 millones de pastillas de fentanilo en Sinaloa, equivalente a más de mil 300 kilogramos de esta peligrosa droga.
La mayoría de estos decomisos se concentran en Culiacán, capital del estado, con 5 millones 947 mil 844 pastillas confiscadas, equivalentes a 902.862 kilogramos.
El gobernador Rubén Rocha Moya ha subrayado de manera enfática que el fentanilo no se produce en la región pues los aseguramientos realizados hasta el momento no han sido en narcolaboratorios de esta sustancia, sino centros de confección.
Estos lugares son utilizados por grupos delincuenciales para la elaboración de pastillas de fentanilo.
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